Esquina de artes y cultura
por Mario Benso
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LÍDERES POPULARES AFROAMERICANOS

ROSA PARKS


El 1 de diciembre de 1955, una mujer de raza negra llamada Rosa Parks se negó en Montgomery (Alabama) a ceder su sitio en un autobús público a otra persona blanca, a instancias del conductor del vehículo. Dado que por entonces existía segregación en los transportes, Parks fue detenida y acusada de perturbación del orden, ingresando por ello en la cárcel.
Aunque no era el primer caso de estas características (otra mujer, Irene Morgan, ya había hecho lo mismo diez años antes), el caso adquirió gran notoriedad pública al encabezar el pastor baptista Martin Luther King una protesta popular, justo en los inicios de su actividad más intensa como lider de la lucha por los derechos civiles de los afroamericanos en Estados Unidos.
En 1956 el caso de Rosa Parks llegó a la Corte Suprema que, en un veredicto histórico, determinó que la segregación racial en los transportes públicos era contraria a la Constitución del país. Parks se convirtió entonces en todo un icono del combate de los afroamericanos contra el racismo institucionalizado, en un ejemplo de dignidad cívica ante la injusticia.
Aunque su figura no estuvo -como es frecuente en la mayoría de los líderes populares, incluido el propio King- exenta de controversias (desde quienes minimizaron el mérito de su postura desde distintos argumentos al pleito que sostuvo, ya próxima su muerte, contra el grupo Outkast por utilización de su nombre en una canción), Rosa Parks recibió de la NAACP (Asociación para el Progreso del Pueblo de Color, para la que trabajó antes del famoso incidente) y del Congreso Norteamericano los máximos honores por su contribución a la lucha por los derechos civiles. Murió en 2005, a los 92 años de edad. Tal vez la moraleja de su historia sea el valor simbólico de reconocer que muchos cambios sociales no parten de grandes liderazgos ni batallas mediáticas, sino del hecho más sencillo de una persona corriente que, un día, se niega a dar la razón a quienes viven instalados en el abuso y la injusticia. Se llama dignidad, y puede ser contagiosa.